lunes, 5 de diciembre de 2016

75. Presencias Demoníacas.

 Mayra se hallaba en el fondo de la habitación con una mirada llena de terror dirigida hacia la extraña bestia que tapaba su única puerta al exterior. Aquel ser tenía una apariencia deforme y un par de ojos color amarillo que brillaban con ferocidad.
 La pobre coneja no podía dejar de temblar en su presencia. Pero a pesar de su miedo, la criatura había permanecido totalmente estática desde su aparición repentina. Sin embargo, cuando Mayra intento escapar, esta habló haciendo que ella vuelva a paralizarse con temor. 
 Su voz era seca, atemorizarte y exageradamente ronca.

"¿Donde están?"

 A la joven le fue imposible responder debido a sus aceleradas palpitaciones y su agitada respiración. Si no lograba escaparse y volver con sus amigos, explotaría en lagrimas en cualquier momento.

"¡Te he hecho una pregunta, insignificante mortal! ¿Donde están?"

"¿Q-quie-quienes?"

 Fue lo único que la oji-azul pudo articular con su voz llorosa y a punto de quebrarse. Ante esto, los ojos del monstruo bajaron levemente la intensidad de su brillo, como si en realidad no tuviese intenciones de asustarla, pero al instante se arrepintió y retomo su postura amenazante.

"Los Speed. ¿Donde están los Speed?"

 Había comenzado a impacientarse y eso se notaba en su elevado tono de voz. Mayra tragó, luego trato en vano de contener las lagrimas y mantener la calma, ya que temía que si no daba una respuesta pronto, podría acabar muriendo a manos de aquella bestia oscura.

"E-estaban en el ho-hospital. Pe-pero ya deben d-de haber vuelto. De-deberían estar e-en el campus."

La criatura se giro sin decir nada mas, pero había alguien obstruyendo la puerta.

"¿A donde crees que vas? ¿Huh? Demonio metiche."


-------------------En los pasillos del ala este-------------------


"¡Oh por Chaos! ¡Ese cubo se ha movido! ¡Debe haber un fantasma cerca!"

 Era ya la 5ta vez que Andrew saltaba sobre el pobre Dark, asustado por cualquier cosa que estuviese fuera de lugar. El azabache se llevó una mano a la cara mientras con la otra empujaba al joven tembloroso lejos de él.

Dark: Una vez mas, Andrew. ¡No hay fantasmas aquí! ¡Ese cubo ya estaba volteado!

Andrew: Oh... ¿S-si? Oh... -miro al suelo totalmente apenado. No era la primera vez que se asustaba por nada.

 El erizo bufo ya fastidiado, no era nada fácil lidiar con alguien así de cobarde.

Dark: Da igual, sigamos adelante.

 Andrew asintió sin poner mas reproches. Pero al mirar por ultima vez el cubo, algo vino a su cabeza. Claro, ese cubo fue el que había volteado él accidentalmente al intentar oír la conversación de los Zane.

¡....!

 El joven se alarmó al recordar aquello. Al instante comenzó a sudar y a temblar levemente. ¿Realmente hacia bien en quedarse callado?

Dark: ¡Hey! ¿Que pasa? ¿Estas bien?

Andrew: ¿U-Uh? S-si. -sonrió torpemente, tratando de aparentar calma en vano.- Solo pe-pensé haber v-visto algo. -su voz era mas temblorosa de lo normal, los nervios lo devoraban mas que nunca.

Dark: Pff, Andrew ya te dije que no hay fantasmas aquí.

 Comenzaron a caminar nuevamente, solo que esta vez, Andrew iba unos metros mas atrás. Mientras jugueteaba con el cuello de su polera gris, su mente paranoica trabajaba a toda su capacidad. "¿Y si la desaparición de Eva es solo una trampa? ¿Y si la encontraron a Mayra? PEOR ¿Y si nos encuentran a nosotros?".
 Para su alocada imaginación, las simples palabras de los hermanos habían sonado crueles y macabras y mas si se trataba de los Zane. El solo podía pensar que le harían daño a Shadow o a Cameron, y que buscaban atraer a alguno de los dos a su trampa usando a Eva, y tal vez a Mayra, de carnada.
 Estaba exagerando. Pero no podía evitarlo, era muy paranoico.
 Pero no solo eso, ademas de paranoico, era un chico sincero, de los que no te pueden guardar un secreto, y mas siendo algo como esto. Por ello, no pudo mas con la culpa. 

Andrew: ¡DARK! Espera. -le llamo mientras se detenía en seco. Sentía que si no soltaba aquello, se ahogaría con la culpa.

Dark: ¿Ahora que Andrew? -lo miro fastidiado y comenzó a caminar hacia él.- Repite conmigo: Los fantasmas no existen; soy un chico valiente; me quedare callado y dejare de joder a Dark.

Andrew: ¡N-No! ¡No es nada de...! ... -se quedo callado unos segundos con una mirada incrédula- ¿Te estas burlando de mi?

Dark: ¡No! ¿Como crees? -soltó con sarcasmo.

Andrew: Ah, da igual -sacudió levemente la cabeza- Hay algo importante que debo decir. ¡Debemos buscar a Shadow!

Dark: Pero se fue en dirección contraria... Ademas ya estamos buscando a Eva. -dijo en forma de reproche.

Andrew: ¡Es importante!

Dark: Pero...

Andrew: ¡YA! -le interrumpió.

 El erizo bufó, aun mas fastidiado que antes, pero de todas formas le hizo caso. No siempre se ve un Andrew así de serio, así que debía ser algo sumamente importante.



-------------------En el jardín delantero del campus-------------------

Samantha y Thunder estaban acabando su recorrido, por lo tanto decidieron parar un rato.

Samantha: Es extraño. Hemos revisado ambos jardines de punta a punta, pero no hay rastro de ninguna. -comento con un leve tono de preocupación.

Thunder: No te preocupes, seguro estarán adentro. No pueden esfumarse en le aire.

 La eriza asintió ya mas calmada. Si están adentro, los chicos las encontraran.
 Luego de unos minutos, intentaron retomar la caminata, pero Samantha se sentó de golpe en el suelo con una mueca de dolor en el rostro.

Thunder: ¡Sam! ¿Que ocurre?

Samantha: Descuida, no es nada. -le dio una sonrisa forzada- Solo me duele la espalda. 

Thunder: ¿En serio? Pero, se ve que te duele mucho. Sera mejor ir a la enfermería.

Samantha: Es inútil, ya he ido. Siempre me dicen que no tengo nada malo y me dan unos calmantes, pero nunca hacen efecto.

Thunder: ¿Eh? Pero... ¿Desde cuando tienes esos dolores?

Samantha: Casi 3 semanas. -agacho la mirada, ya que otro dolor punzante amenazaba con quebrar su espalda a la mitad.

Thunder: Diablos. -al ver la expresión de la eriza se alarmó- Mejor te acompaño a tu habitación, así te acuestas un rato.

 Samantha asintió, ya sin mas remedio, y dejo que Thunder la ayudara a pararse y a caminar. 



-------------------En el cementerio del campus-------------------

 El erizo azabache, ya agotado, se sentó sin respeto alguno sobre una lapida de altura baja, mientras que frente a él, el erizo azul caminaba de un lado al otro totalmente impacientado. 

Shadow: ¿Quieres quedarte quieto un rato? Me estas poniendo nervioso. -comentó con molestia.

Sonic: -suspiro frustrado- ¿Vas a decirme de una vez a que te referías con eso?

Shadow: Solo olvídalo ¿si? Concentrémonos en Eva y Mayra, ¿esta bien?

Sonic: Bien, me concentrare en ellas. Entonces dime ¿que diablos hacemos aquí? ¿Acaso pretendías que las encontraríamos justamente aquí en el cementerio? Brillante. -dijo con completo sarcasmo.

Shadow: Había que cubrir todos los terrenos, nunca se sabe. Después de aquí, iremos a la capilla.

Sonic: Claro, las encontraremos nadando en la piscina, no se me había ocurrido. -nuevamente el sarcasmo se apoderaba de su voz.

Shadow: Deja de quejarte ¿quieres?

 Shadow volvió a levantarse, le dio un leve empujón a su hermano y comenzó a caminar hacia la capilla. Sonic no tardo en seguirlo.
 No lograron hacer mas de dos pasos, cuando una incomoda sensación se apodero de ambos... Como si algo... Los observara.

Sonic: Shadow... ¿Tu...? 

Shadow: -lo interrumpió- ¿Si siento algo raro? Si.

 Se frenaron en seco para luego girarse en todas direcciones en busca del causante de aquella sensación. Pero no lograron hallar nada.

Shadow: Mejor sigamos.

 Aquella sensación no se les quitaba, pero aun así continuaron hacia la capilla.
 Un poco mas alejados de ellos, entre las ramas del gran sauce llorón, un par de ojos amarillos intensamente brillantes, se asomaban entre las ramas observándolos con atención.




-------------------En los alrededores del campus-------------------

"¡No tiene sentido! No las encontraremos aquí."

 El zorrito se había apoyado en la pared de concreto que delimita el final del campus. Habían dado al menos 6 vueltas a todo el complejo sin encontrar un mínimo rastro de las desaparecidas.

Max: Lo se, lo se. -se rasco la frente algo resignado- ¿Y si descansamos un rato? El lugar es grande y le hemos dado muchas vueltas.

 Max dejo caer el peso de su cuerpo de manera abrupta. Una vez sentado, apoyo la espalda contra el muro mientras el zorrito le daba una mirada enfurecida. 

Max: Oh vamos. No me digas que no estas algo cansado siquiera.

Tails: Bueno... -sus facciones se serenaron mientras dirigía una mano a si nuca y se la rascaba levemente- Tienes razón. Ya estoy cansado. Tal vez si debamos descansar.

 El pequeño iba a sentarse cuando de pronto algo llamo su atención. Desde el angulo en el que estaba su vista alcanzaba perfectamente la entrada al edificio, donde se encontraban las habitaciones, por la cual vio a una desesperada Mayra salir y correr en dirección al portón de hierro forjado que los privaba de su libertad.
 Tails no lograba entender que le pasaba, tampoco lograba reaccionar. Nunca la había visto tan... Asustada.

Max: ¿Tails? ¿Te pasa algo? -a diferencia del zorro, él no alcanzaba ver a la coneja desde su posición.

Tails: E-es Mayra.... Parece como si estuviera huyendo de algo... -luego de haber dicho aquello, reacciono. Agitó bruscamente su cabeza antes de volver a decir algo- ¡VAMOS! ¡Ella debe saber que ocurre!

 Sin esperar siquiera una respuesta, se hecho a correr en dirección a la chica. Max no tardó en levantarse, aun con la duda de que estaba pasando, y siguió al zorro. En segundos ya estaban a su lado, pero ella estaba demasiado alterada como para darles algún tipo de explicación, es mas, parecía completamente fuera de sí.

Max: Ya, tranquila, tranquila. -la sujetó de los hombros para inmovilizarla, ya que en aquellos momentos estaba aferrada a los barrotes tratando inútilmente de romperlos a jalones.

Tails: ¿Que te paso? ¿Donde esta Eva?

Mayra: ¡Et prohibuimus eum! -grito ferozmente a la cara confundida de Max- Et prohibuimus eum... Et venit... Mors... Demon... Damnatus... Proscripti... -su voz era ronca, desesperada y temblorosa, pronunciando todo aquello en un tono levemente inaudible. 

 Lo único que se pudo oír de parte de los dos chicos fue un muy sonoro "¿Qué?" al unisono.



-------------------En otro parte del campus-------------------

 El erizo azabache atravesaba velozmente el patio trasero del campus a trote limpio. Sus ojos refulgían de un brillante color violeta demostrando su desesperación y la adrenalina que recorría su cuerpo en aquel momento. Se estaba quedando sin tiempo. Pero no solo por el hecho de que una gran confrontación se acercaba, si no también porque había sentido aquellas dos presencias demoníacas rondando no muy lejos del campus, pero sobretodo... No muy lejos de Sonic. 
 Su estomago daba vuelcos dentro de su cuerpo con tan solo pensar en lo que la presencia de dichas criaturas significaba, pero aun así, debía encontrarlo y asegurarse de que no había problemas.
 Violentamente azotó la puerta y se adentro en los pasillos laberínticos de la estructura. Pero al doblar en una bifurcación su cuerpo choco con el de alguien que corría en dirección contraria. Ambos cayeron duramente al suelo por el impacto, casi al instante Cam se paró y le extendió la mano a la chica que estaba aun en el piso quejándose y maldiciéndolo a mas no poder.

Cam: Lo siento, no me fije. Iba con prisa.

??: ¡Seras imbécil, Cameron!

 Al oír aquello y ver de quien se trataba se quedo pasmado. La pequeña zorrita amarilla de franjas cafés lo miraba con rabia, mientras que el solo se preguntaba ¿desde cuando tanta confianza? Lo cual lo llevo a preguntarse ¿De donde conoce mi nombre?
 Ante la confusa mirada del erizo, la chica le dio una sonrisa burlona mientras se acomodaba el cabello para luego comenzar a juguetear con su mechón rojo brillante. 
 Fue allí cuando Cam lo notó.

"No puede ser... ¿Vidente?"

 Evangeline rió de forma sarcástica, luego asintió levemente y, ante la mirada sorprendida del erizo, se quito el guante de su mano izquierda rebelando unas marcas de aspecto tribal del mismo tono rojo de su mechón.

"Sacerdotisa"



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